Rosalinda Adriana Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y de la Felicidad de Universidad Tecmilenio, es una de las 17 ganadoras del Premio Mujer Tec, en la categoría de Salud y Bienestar. El galardón reconoce a mujeres que destacan por crear y promover espacios de salud mental y bienestar con perspectiva de género.

El impacto internacional en la promoción de iniciativas, programas e investigaciones de bienestar integral, en los ámbitos educativos, empresariales y sociales, ha provocado que sea aplaudida y reconocida.

“Por medio de este premio me gustaría reconocer a todas aquellas mujeres que, a pesar de los sesgos, de las brechas, de la doble jornada y de la carga mental, están haciendo trayectoria y generando impacto, no solamente para otras mujeres, sino para el mundo en general”, dijo la también académica durante la ceremonia de premiación en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey.

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Su posición como presidenta electa en la International Positive Psychology Association (IPPA) y representante global para América Latina del International Positive Education Network (IPEN) resalta su influencia en el campo de la psicología positiva a nivel mundial.

“Esta mañana nos decían que cómo medimos el éxito de lo que nosotros estamos haciendo. Pienso que nosotras somos la medida del éxito, porque cuando crece una, crecemos todas”, enfatizó la presidenta.

La también experta en temas de negociación explicó, durante su discurso de agradecimiento, que “es muy difícil tener condiciones desiguales y aspirar a un mismo nivel de bienestar. En nuestro país, México, hay más altos niveles de estrés en mujeres que en hombres. No es solo una cuestión hormonal, es una cuestión que tiene que ver con estos sesgos”.

La importancia del bienestar

En entrevista para Generación Universitaria, la especialista subrayó que cuando inició su trayectoria en el Tecnológico de Monterrey, no contaba con la suficiente conciencia sobre los temas de bienestar, pero con el tiempo descubrió la importancia de la salud, sobre todo cuando se tiene un puesto directivo.

“Un punto muy importante fue cuando ya estaba en un nivel directivo, porque compañeras que se encontraban en niveles medios me dijeron que ver a una mujer en una posición líder, era una inspiración; significaba que ellas también podían llegar”, relató Ballesteros.

Puntualizó que hacer visible la trayectoria de las mujeres, incluso con los retos que se tienen como la doble jornada y los sesgos laborales, es de suma importancia.

Para Ballesteros, ser reconocida con el Premio Mujer Tec, resulta gratificante, ya que su equipo de trabajo fue quien la postuló.

“Los organizadores decían que no es normal que un equipo postule a su líder. Normalmente, postulan en horizontal, es decir, a sus pares”.

Dicho reconocimiento tiene un gran impacto social y abre una ruta en los diferentes grupos con los que trabaja la especialista.

Hacia el bienestar de las mujeres

Ballesteros relató que le gustaría trabajar más en el bienestar de las mujeres. “Sobre todo de las mujeres de la generación X, quienes crecimos con la idea de que podíamos acceder a los espacios de trabajo, que podíamos combinar la maternidad con una carrera”.

Subrayó el acontecimiento de que su generación logró, por lo menos, la paridad en el acceso a la universidad.

Además, consideró que otro tema trascendente o que se debe visibilizar de forma inmediata es el nivel de exigencia social que tienen las mujeres, incluso la autoexigencia con ellas mismas, porque ello provoca que existan más sesgos.

“Me gustaría enfocar parte de mi trabajo a recursos en video, editoriales y talleres, o cursos que atiendan el tema de la autoexigencia desde los sesgos de género actuales”, concluyó Ballesteros.