Cada año, millones de hogares alrededor del mundo decoran un árbol de Navidad como parte de las celebraciones decembrinas. Esta costumbre, que lleva consigo distintos simbolismos y alegría, es mucho más antigua de lo que podría parecer a primera vista.
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Pero, ¿de dónde proviene esta tradición tan común hoy en día? Pues la Revista Global de la UNAM resolvió esta duda y relató cómo llegó el árbol de Navidad a nuestros tiempos, aquí te contamos.
¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?
El uso de árboles como parte de rituales y celebraciones tiene sus raíces en las antiguas culturas paganas de Europa. Los pueblos germánicos y celtas decoraban árboles o utilizaban ramas como parte de sus rituales durante el solsticio de invierno, una fecha que marcaba el día más corto del año y celebraba el renacimiento de la luz.
Para ellos, estos árboles simbolizaban la vida eterna y la esperanza en medio del frío invierno.
Cuando llegó el cristianismo, muchas tradiciones paganas se reinterpretaron y se adaptaron a las nuevas celebraciones cristianas. En el caso del árbol de Navidad, se asocia a la historia de un misionero que derribó un roble sagrado. Según la leyenda, en el lugar donde el roble se taló creció un abeto que este creyente consideró un símbolo de fe.
La tradición moderna
El árbol de Navidad tal como lo conocemos hoy tiene sus orígenes en Alemania. En el siglo XVI, se popularizó la costumbre de decorar abetos con velas, frutas y otros adornos.
Después, en el siglo XIX, los adornos evolucionaron y junto al árbol se colocaba una pirámide navideña. Fue así como el árbol y la estructura triangular se fusionaron para dar origen al árbol de Navidad, que se convirtió en un elemento central de las celebraciones navideñas.
Su popularidad creció y con el tiempo se incorporaron adornos modernos como luces eléctricas, esferas y guirnaldas. Ahora, este árbol está presente en las casas de todo el mundo durante la Navidad.
Simbolismo y significado
Para muchos, el árbol de Navidad es un símbolo de unidad, esperanza y renovación. Las luces representan iluminación, mientras que los adornos reflejan la alegría y la abundancia. Y aunque su significado puede variar según la cultura o tradición familiar, su presencia es un elemento que une generaciones durante la temporada navideña.
En estos tiempos actuales, el árbol de Navidad también continúa su evolución para adaptarse a diversos contextos culturales y ecológicos. Ya que, hoy muchas personas optan por alternativas sostenibles, como árboles artificiales, reutilizables o decoraciones minimalistas.
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Para los jóvenes universitarios, conocer el origen de esta tradición puede ser una forma de conectar con la historia y reflexionar sobre cómo adaptamos las costumbres a nuestras realidades.
Así es como el árbol de Navidad no solo embellece nuestros espacios, sino que también nos recuerda la importancia de las raíces, la familia y la unión en tiempos de cambio.