La vida no puede existir sin la muerte, por eso estoy aquí.
Te has preguntado ¿qué hay más allá de la muerte? o tal vez ¿quién? Pues dentro de la mitología mexica está la Mansión de los muertos, y en ella, su señor: Mictlantecuhtli.
En una animación digital, como proyecto de UNAM Global, se nos cuenta sobre la otra cara de la vida, su significado y los símbolos que acompañan a Mictlantecuhtli, quien acoge a todos los humanos que mueren de forma natural.
Mitología mexica
Es importante recalcar, que la mitología mexica, no es sinónimo de la cultura mesoamericana, ni prehispánica, ni implica a toda la región mexicana. La mitología mexica, es el conjunto de mitos nahuas tradicionales de la cultura azteca.
En esta, el dominante sobre los demás dioses aztecas es el dios del Sol y la guerra, Huitzilopochtli. Además, los aztecas se consideraban como el pueblo elegido por el Sol, encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo siempre.
Además, el mito de la creación del mundo de los aztecas expande la idea de que los dioses se formaron a través de una lenta evolución, no tanto como seres de poder ilimitado, sino muchas veces como encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza con personalidad humana.
La realidad de la creación nahua es una extensión y complejo cultural desde antes de la llegada de los mexicas al Valle de México, por lo que, al asimilarla cambiaron sus propios dioses, tratando de colocarlos al mismo nivel de los dioses preexistentes.
Que nos cuenta de Mictlantecutli
En una gran narración en primera persona, acompañada por ilustraciones diseñadas para una tesis, se nos cuenta que este Dios fue creado por los dioses Huitzilopochtli y Quetzalcóatl en el Omeyocan, un lugar que llaman equivalente al cielo. Ellos pensaron que, para valorar la vida, había que crear al dios de la muerte, pues, ¿cómo se puede amar la luz sin conocer la sombra?
Su nombre se pronuncia en náhuatl y está compuesto por dos palabras: Mictlán, mansión de los muertos y Tecutli, señor; lo que se traduce como “el señor de la mansión de los muertos”.
Es quien rige sobre la muerte de los seres humanos, pero a su vez da vida. ¿Por qué? Porque un día Quetzalcóatl bajó al inframundo y depositó su semen sobre unos huesos molidos que dieron vida al hombre. Desde entonces, se dice que cuida los restos y todos me relacionan con la semilla de la vida.
En algunos códices es representado precediendo nacimiento y decepción, con el esqueleto de un humano con una calavera con muchos dientes o al ser dibujado con cabello encrespado negro y con ojos estelares.
Otros nombres para el señor de los muertos
En Mesoamérica, un territorio que fue tan inmenso, dónde hubo varios dialectos, fue nombrado de diferentes formas, entre ellas: Ixtupec, que significa rostro quebrado; Sextepehua, esparcidor de cenizas y Tzontemoc, el que baja de cabeza.
Pero cuando los españoles llegaron con misioneros, el Mictlán se tradujo como infierno y su nombre como el diablo, pues sólo podían imaginarse el mundo a través de su religión, pero el Mictlán no es un lugar de tinieblas, ni un lugar de castigo, simplemente es la morada de los muertos, de los descarnados.
Sobre el Mictlan
Este reino tiene nueve niveles, dónde las almas tenían que pasar por cada uno hasta llegar al último nivel. Los niveles son:
1.- Apanoayan: Dónde todos los fallecidos deben acceder por un río donde se encuentra un perro y los ayuda a pasar nadando a cuestas.
2.- Tepeme Monamictia: Lugar donde se encuentran dos montañas que chocan siempre una contra la otra.
3.- Iztepetl: Significa cerro de obsidiana y como su nombre lo dice es un cerro erizado de cuchillos de pedernal.
4.- Cehuecayan: Lugar donde hiela, se trata de otro lugar que deben pasar las almas.
5.- Itzehecáyan: Sitio donde sopla el viento de obsidiana; es decir, que corta como cuchillo de pedernal.
6.- Teocoylehualoyan: Espacio donde aparece un jaguar y devora el corazón del difunto.
7.- Apanhuiayo: Es un lago de agua negra donde se encuentra una lagartija llamada Xochitonal e intenta detener el paso del difunto.
8.- Chiconauapan: Este es el último sitio para llegar al Mictlán. El fallecido llega a la orilla de un río.
9.- Por último, el alma ingresa a su destino: el Mictlán.
Pero no es para todos los muertos
Pero no todos los muertos llegan con Mictlantecutli, por ejemplo, los grandes guerreros mexicas y las mujeres fallecidas en el parto se dirigen hacia la morada del Sol y todos los días lo acompañan hasta el mediodía. Quienes fallecen ahogados o por un rayo van al Tlalocan, donde reina el dios Tláloc. Y los bebés que nacen muertos o que no han probado alimento sólido se dirigen al Chichihuacuauhco.
Al final, es un gran trabajo en conjunto, con la participación destacada de Jenny González de Oca y su tesis “Camino al Mictlán: lugar de los muertos” (2006), dada la propuesta de ilustración digital para diseño de un neocódice y Sergio Beristain Ocampo con la tesis “La semiótica de Mictlantecutli dentro de los códices del grupo Borgia” (2010), que tienes que ver y compartir en esa celebración de muertos.