Aunque cada persona podría responder de diversas maneras y con base en su experiencia personal a la interrogante “¿Cómo ser feliz?”, el secreto detrás de la felicidad podría haber sido encontrado por un grupo de investigadores de Harvard.
Si bien podría pensarse que la felicidad se encuentra en el dinero, los bienes materiales o en los logros profesionales, el estudio nombrado “La buena vida”, reveló que la satisfacción de sentirnos felices se puede lograr al consumar buenas relaciones humanas. Lo anterior quedó demostrado al seguir durante más de 80 años a un grupo de hombres estadounidenses y sus descendientes.
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“La buena vida”
Desde 1938, dos años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Universidad de Harvard comenzó a medir cómo se comportaba el estado de salud de cerca de 268 estudiantes universitarios.
Sin embargo, conforme avanzaron con sus mediciones, se convirtió en una investigación de largo aliento en la que encontraron cuáles eran las similitudes entre las personas que tenían una vida con “salud y felicidad”, a la cual llamaron “Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard”.
Aunque, es necesario destacar que al principio existieron algunas limitaciones debido a que en los años treinta la educación universitaria era exclusiva para hombres. Por lo tanto, en los primeros datos recopilados se excluyó la información sobre el género femenino.
De cualquier manera, el estudio continuó e incluso, los investigadores tomaron la decisión de ampliar los alcances del estudio. Así fue como también recopilaron datos de los hijos de los hombres con los que iniciaron y se contó con la participación de más de 1,300 personas.
Al respecto, la Universidad de Harvard informó a través de su portal que “algunos participantes se convirtieron en exitosos hombres de negocios, médicos, abogados y otros terminaron como esquizofrénicos o alcohólicos, pero no en caminos inevitables”.
Entonces, “¿Cómo ser feliz?”
De acuerdo con el psiquiatra Robert Waldinger, actual director del estudio, “el hallazgo sorprendente es que nuestras relaciones y cuán felices somos en nuestras relaciones tienen una poderosa influencia en nuestra salud”. En ese sentido agregó: “cuidar tu cuerpo es importante, pero cuidar tus relaciones también es una forma de autocuidado. Esa, creo, es la revelación”.
Es decir, contrario a la frase de “el dinero da la felicidad”, el estudio apunta a que el dinero y la fama pasan a segundo plano cuando se cuenta con relaciones humanas “cercanas”. De hecho, se indicó que el apoyo de otras personas resultó benéfico para los sujetos porque les permitió “ralentizar el deterioro físico y mental del paso del tiempo y resistir las tragedias y las malas noticias”.
Además, la presencia de las relaciones humanas en la vida de las personas fue una característica común que determinó la longevidad y la felicidad de los sujetos. Incluso por encima de factores como el coeficiente intelectual, la genética o la posición social.
Asimismo, Harvard advirtió que las personas con matrimonios felices “informaron que su estado de ánimo no sufría ni siquiera en los días en que tenían más dolor físico”. Mientras que, quienes “tenían matrimonios infelices sintieron más dolor emocional y físico”.
Otra conclusión a la que llegaron con la investigación fue que las personas solitarias enfrentaron dificultades mayores. “La soledad mata”. “Es tan poderoso como fumar o el alcoholismo”, señaló Waldinger.
Finalmente, aseveró que las relaciones humanas no tenían que ser “perfectas” para mejorar la vida de las personas. De hecho, en algunos casos, las parejas discutian frecuentemente. Por lo que el psiquiatra concluyó que lo importante era el apoyo.