Si bien, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido cuestionada en diversos ámbitos de la educación como al escribir ensayos, por Chatgpt, en otros puede incluirse como herramienta de trabajo para que el alumnado reciba atención personalizada y tenga un mejor rendimiento escolar.
No es que la Inteligencia Artificial sea “mala” sino que hay que saber cómo aprovecharla para sacarle el mejor rendimiento. Esta debe verse como una herramienta para mejorar el aprendizaje; y no para sustituir el pensamiento crítico. Es decir, debemos utilizarla como complemento y no como sustituto de las actividades humanas.
También lee: Inteligencia artificial: los mejores documentales para entender el tema
¿Cómo lograr que la IA sea una herramienta de trabajo?
La doctora Hilda Patiño Domínguez, experta en educación, considera que la IA puede ser una herramienta de trabajo para los profesores en tutorías. Esto gracias a que permite acompañamiento especializado, al asignar materiales y métodos de aprendizaje según el ritmo de cada estudiante.
También puede incluirse para ahorrarse tiempo en calificar, porque inmediatamente proporcionan retroalimentación a los estudiantes; y, ese tiempo ahorrado puede ser utilizado en otras actividades como la planeación de clases, la cual se puede complementar con Comenio, una página que permite realizar rubricas de evaluación, ejercicios, y presentaciones.
En el ámbito de la educación, de acuerdo con la doctora Patiño, la inteligencia artificial es una herramienta que no solo facilita el trabajo; sino que también elimina la verticalidad del aprendizaje. Esto gracias a que permite que cada estudiante acceda a un ambiente de enseñanza más inclusivo y de forma personalizada, pues va a su propio ritmo.
¿Cómo perjudica la IA?
La también coordinadora del Departamento de Educación de la Ibero, en una entrevista para la institución, destacó que la Inteligencia artificial no funcionará como herramienta en el trabajo, ni en el ámbito educativo, si las personas comienzan a depender excesivamente de esta, ya que ello reducirá la capacidad de pensamiento crítico y resolución de problemas.
Además, si la IA no se supervisa o emplea correctamente; no dará recomendaciones adecuadas y tornará al aprendizaje como una actividad frustrante. Lo cual se complementará para quienes no tienen acceso a la tecnología, y generará una brecha en la educación.
La inteligencia artificial como herramienta de trabajo puede ser útil en ámbitos como la educación. Sin embargo, se debe utilizar de manera cuidadosa, equilibrada y supervisada para maximizar sus beneficios. Así que, no hay que abusar de ella, para no perder la capacidad de razonamiento crítico y la resolución de problemas.