En México, cada año ingresan a la universidad aproximadamente 5.5 millones de estudiantes. En 2024, 3.7 millones de jóvenes estudian en instituciones públicas y 1.8 millones en privadas, de acuerdo con información de la SEP.

Entrar a una universidad pública o privada depende de diversos factores, como la carrera que se desea estudiar, ser aceptado en una de las universidades públicas del país y las posibilidades económicas.

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Luis Alberto Fierro, coordinador de Fortalecimiento Académico e Institucional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), dijo que el nivel superior enfrenta grandes retos, como la cobertura.

Es decir, se abren pocos lugares en las públicas, por lo que los estudiantes tienen que buscar otras alternativas, como la educación privada. Sin embargo, acceder a una de estas puede resultar difícil para diversas familias mexicanas.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo total de una carrera universitaria en un centro privado puede ir desde los 130 mil pesos hasta los 950 mil pesos.

No se puede ignorar el aumento del nivel de la inflación. El Inegi reportó que durante julio de 2024 se registró una inflación de 6.36% en el rubro de educación, que se refiere a colegiaturas.

La cifra representa un considerable incremento: en 2023, esta se situó en 4.92% (mientras que en 2022 fue de 3.27%).

El rubro de la educación es uno de los gastos que más se ha encarecido, pues los altos precios de los servicios relativos impactan directamente a las familias, que destinan aproximadamente el 8% de sus ingresos a esta área.

“La falta de capacidad presupuestal (de las universidades públicas) la están pagando las familias; son ellas quienes están supliendo la falta de incrementos en los presupuestos públicos al pagar una colegiatura en una institución privada”, puntualizó el representante de la ANUIES.

Universidad privada da oportunidad al talento

Para Fierro, las universidades aportan una función importante a la sociedad, ya que complementan la obligación que tiene el Estado de brindar formación superior a todo el país.

“Sin la parte de educación privada, el déficit de cobertura en el país sería todavía mayor”, acotó.

Las instituciones no públicas sí dan oportunidad a los jóvenes que buscan seguir con su formación, especialmente con programas y becas que cubren la totalidad de los gastos.

En entrevista con Generación Universitaria, Miguel Valdez, líder de la iniciativa Líderes del Mañana, señaló que el Tec de Monterrey busca dar un espacio a jóvenes talentosos.

Este programa de la universidad, que brinda becas del 100%, tiene el objetivo de crear más espacios, sin dejar de lado el liderazgo social.

Por su parte, Carmen Soledad y Sofía Barreda, coordinadoras de Alianza Loyola de la Universidad Iberoamericana, argumentaron que la principal función de la educación privada es generar mayores oportunidades a los jóvenes.

“No solo no son suficientes las becas: no son suficientes los espacios en el país. De cada 100 jóvenes que están en la edad de ir a la universidad, solo el 40% tiene un lugar. Entre las públicas y privadas, únicamente se atiende ese porcentaje, el otro 60% no tiene un lugar”, precisó Fierro.

Becas académicas

Las becas académicas son otorgadas a estudiantes que demuestren excelencia en este aspecto. Universidades como la Anáhuac, IBERO y el Tec de Monterrey cuentan con programas de apoyo de este tipo para los alumnos.

La Universidad Anáhuac tiene el programa Concursos Académicos Preuniversitarios, en el que el talento y el conocimiento son aliados para obtener becas de hasta el 100%.

“Este concurso ofrece una gran oportunidad, primero para que encuentren sus límites, para que los puedan superar, para que sepan lo que es hacer un proyecto”, explicó Josu Gárritz Alcalá, director de la Facultad de Comunicación de la Anáhuac.

Para algunos estudiantes, participar en este certamen representa una oportunidad para su vida académica y para ayudar a sus padres.

“El poder decir que pertenezco a la Universidad Anáhuac, una de las mejores de México y de América Latina, es motivante”, enfatizó Emiliano Cuenca, quien participa en el concurso.

Vale la pena mencionar que este abre la puerta a 19 programas de licenciatura, como Historia, Pedagogía y Desarrollo Humano, en los que es posible postularse, por supuesto, para becas del 100%. La convocatoria se abre en diferentes fechas y los requisitos dependen del programa.

Por otro lado, el Tec de Monterrey, mediante su programa Líderes del Mañana, ofrece becas del 100% a aquellos que cuenten con un emprendimiento. La convocatoria se lanzó el 19 de agosto y está dirigida a los alumnos de preparatorias públicas que se encuentren en el último año.

De acuerdo con el coordinador del programa, los jóvenes deben cumplir con tres requisitos: tener un promedio superior al 8.5; estar involucrados en alguna causa o proyecto social, ayuda comunitaria, sociedad de beneficencia o trabajo de voluntario, y registrarse en la convocatoria en la página oficial de Líderes del Mañana.

“La beca incluye toda la colegiatura, desde que entran hasta que terminan; no implica ningún gasto de graduación, titulación, inscripción y crédito que tengan que pagar. Considera también el costo de la manutención, que es una cuota que les damos de alrededor de 5 mil pesos mensuales para que ellos puedan sufragar sus gastos de hospedaje y de alimentación. Además, incluye un programa paralelo de formación en habilidades sociales”.

Cada año, el Tec de Monterrey recibe unos 200 alumnos becados con este programa, y 150 de ellos logran egresar satisfactoriamente.

Además, durante los 11 años del programa se han beneficiado a más de mil 252 alumnos.

Los alumnos de todo el país pueden participar. Sin embargo, los estados de donde más solicitudes se reciben son: Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México y Querétaro. Y son las mujeres quienes más se postulan, con el 51% de registros.

Respecto a las carreras que más eligen los aspirantes, están las ingenierías, seguidas de las carreras administrativas. Luego Arquitectura y Diseño y, por último, las carreras humanísticas.

La IBERO lanzó este año su programa de Alianza Loyola, con el que busca impulsar el talento y dar oportunidades a jóvenes que así lo requieran.

De acuerdo con las dos coordinadoras del mismo, no se cuenta con un número definido de becas. Más bien todo dependerá del número de aspirantes que se inscriban al mismo y cuántos de ellos pasen a la que se podría considerar la etapa final.

Las representantes de la universidad detallaron que las becas que se ofrecen por medio de esta alianza van del 80 al 100%, y están dirigidas a estudiantes mexicanos que vivan en Ciudad de México o zona metropolitana, o cuenten con acceso a vivienda en la región.

Asimismo, deben demostrar un alto desempeño, con un promedio acumulado de preparatoria igual o mayor a 8.5, y nivel de inglés (mínimo A2).

La beca incluye apoyo para materiales, libros, transporte y alimentación, así como un proceso de acompañamiento integral: académico, emocional, físico y espiritual; mentorías con estudiantes, académicos, egresados y aliados del programa; verano de introducción a la vida universitaria; hasta ocho semestres de inglés; apoyo con equipo de cómputo; costos de titulación, y contacto con Alumni (asociación de egresados) y organizaciones aliadas para prácticas profesionales y empleabilidad.

Para obtener una beca de Alianza Loyola, es necesario cumplir con el proceso de selección, que consta de tres etapas.

Becas deportivas

Las becas deportivas son otra alternativa para que los jóvenes puedan estudiar en reconocidas instituciones privadas y, de paso, ser incentivados en alguna disciplina física.

Uno de los centros de educación superior que ofrecen programas al 100% es la Universidad del Valle de México (UVM).

Parte de los requisitos que deben cumplir los interesados son: estudio socioeconómico y realizar la evaluación física correspondiente.

Es importante aclarar que el porcentaje de la beca que otorga la UVM depende del promedio del estudiante y de las habilidades deportivas.

¿Educación privada o pública?

Los especialistas coinciden en que estudiar en una universidad pública o privada no se reduce al debate si una es mejor que otra. Todo dependerá de lo que el alumno busque.

Para el representante de la ANUIES, los recintos universitarios ofrecen ventajas y desventajas, en las que inciden diferentes factores.

La localidad en la que se encuentren los jóvenes, el área académica de su interés y el plan profesional de cada uno son algunos de ellos.

“Puedes entrar a una institución muy reconocida y que tenga diversos programas de vinculación o intercambios, pero si no aprovechas todas esas ofertas, de nada te va a servir. Entonces, no es tanto que te dé más honor o prestigio egresar de una o de otra, sino el desarrollo que puedas tener como profesional”, subrayó Fierro.

Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación del IMCO, destacó que el sector privado le está dando más peso a las habilidades de los profesionistas. Y es que es fundamental que estas se desarrollen durante toda la carrera.

La representante del organismo reiteró el importante papel que juegan las escuelas privadas.

“Ante la falta de capacidad del Estado de ofrecer suficientes plazas en educación superior, múltiples grupos de universidades privadas están viendo una opción de negocio y ofertan programas a menor costo, lo que resulta una buena alternativa para los estudiantes”, indicó Domínguez.

Finalmente, aconsejó fijarse bien a la hora de elegir una universidad y revisar el programa educativo, así como los programas que cuentan con alguna acreditación y que permitan desarrollar diferentes habilidades para el futuro.

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