México ocupa el penúltimo lugar en América Latina en cuanto al dominio del inglés, de acuerdo con los resultados del Índice EF EPI 2024 de Education First, empresa dedicada a la enseñanza internacional de idiomas.
Este estudio, que evalúa el desempeño en la lengua de Shakespeare de 2.1 millones de personas adultas en 116 países y regiones, coloca al país en el puesto 87 del ranking global (459 puntos).
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En entrevista para Generación Universitaria, la autora del estudio y representante de EF Education First, Kate Bell, profundiza sobre algunos de los hallazgos más relevantes.
“En México hemos visto una ligera tendencia al alza en los últimos tres años, pero todavía no se alcanza un nivel que supere las cifras previas”, subraya la representante de la firma.
Añade que la caída más notoria del desempeño en inglés en México coincide con el inicio de la pandemia, tras lo cual la nación ha mostrado una recuperación lenta y muy limitada.
“Si comparamos con otros territorios de la región que han mejorado considerablemente, llama la atención que México no ha evolucionado con la misma rapidez. Es por eso que continúa en los últimos lugares de América Latina”, señala Bell.
Complementa que esta tendencia es similar a la mostrada por países como Brasil e Indonesia.
Desigualdad entre los estados
Aunque el estudio no profundiza en las causas específicas de las puntuaciones obtenidas por cada país, sí permite establecer correlaciones que sugieren posibles áreas problemáticas.
“Las diferencias entre los estados de México son enormes. Nuevo León, Jalisco y Colima, por ejemplo, se posicionan entre los mejores, en tanto que otras regiones están significativamente rezagadas con relación al idioma inglés, con hasta 160 puntos de diferencia”, precisa Bell.
Para ilustrar el escenario descrito, es posible citar el puntaje de Nuevo León, 530, contra los 370 puntos que apenas logra Coahuila.
De acuerdo con Bell, quien tiene una experiencia laboral internacional, hace algunos años la diferencia entre los estados era de unos 40 puntos. Por eso llama la atención los 100 puntos de diferencia para algunos casos ahora.
“En un país con entidades tan diversas como México, es interesante analizar las políticas educativas, prácticas de enseñanza y disparidades en términos económicos, para entender por qué algunas avanzan más rápido que otras”, sugiere.
Jóvenes y adultos: una brecha preocupante
Bell puntualiza la baja en el dominio del inglés entre los grupos más jóvenes. “En este caso, la causa apunta directamente al sistema educativo. No hay otra explicación posible”.
En el ámbito laboral, los resultados tampoco son alentadores. La representante de EF Education First expresa que las personas entre 18 y 20 años han perdido casi 100 puntos en su desempeño en comparación con 2015. Las que pertenecen al grupo de 20 a 25 años también reflejan una caída similar en los últimos nueve años.
Llama la atención que los de 30 o 40 años han mantenido un nivel estable. Ello contrasta con territorios de la región, como Guatemala, donde este grupo ha mostrado una progresión constante durante la última década.
“Nos lleva a pensar que en otros países hay factores dentro de lo laboral que fomentan el aprendizaje del inglés, mientras que en México esos estímulos parecen inexistentes”, reflexiona Bell.
IA, ¿un aliado o un sustituto en el inglés?
Bell aborda el papel de la inteligencia artificial (IA). Resalta dos aspectos: cómo la IA podría ser una herramienta para mejorar el aprendizaje y si seguirá siendo necesario aprender inglés en un mundo con traducciones automáticas en tiempo real.
“La IA puede funcionar como un tutor personalizado, ya que ayuda a las personas a aprender sin necesidad de un coach humano. Esta personalización del aprendizaje representa una oportunidad interesante”, sugiere.
Por otro lado, Bell enfatiza que, aunque las IA pueden ser útiles para redactar correos o traducir frases de distinta complejidad, no son suficientes para establecer conexiones significativas.
“Hay una dimensión humana en el aprendizaje de un idioma que no puede ser sustituida. Es difícil construir relaciones profundas sin comprender lo que alguien dice en su propio idioma”.