¿Cómo debe adaptarse la educación a las nuevas tecnologías?
En el aniversario 90 de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), el rector cuenta cómo la educación debe adaptarse a nuevas tecnologías
El avance de la tecnología es imparable, por lo que en este mundo de constantes cambios hay solo dos caminos: adaptarse o quedarse rezagado. Por supuesto, esto incluye a la educación. Las nuevas herramientas deben integrarse tanto a los procesos de enseñanza-aprendizaje como a las áreas de estudio o investigación.
“Frente a los rápidos cambios tecnológicos que vivimos, la educación universitaria debe adaptarse de manera continua para estar a la altura de los nuevos desafíos. Es fundamental que los estudiantes no solo aprendan los conocimientos tradicionales, sino también las tecnologías emergentes que estarán presentes en su vida profesional, como la inteligencia artificial o el ‘big Data’”, señala en entrevista con Generación Universitaria Antonio Leaño Reyes, rector de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), institución que hoy celebra su 90 aniversario.
¿Por qué las capacidades humanas son esenciales?
Hablar de educación y nuevas tecnologías conduce inevitablemente a un debate de qué tanto debe depender la primera de las alternativas emergentes. Si bien no es nada bueno tenerle miedo a la innovación, tampoco los procesos de enseñanza-aprendizaje deben basarse por completo en herramientas como la inteligencia artificial.
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“Más allá de la capacitación técnica, es crucial que enfoquemos esfuerzos en el desarrollo de habilidades blandas. El mercado laboral actual exige profesionales con capacidad para comunicarse de manera efectiva, negociar, trabajar en equipo y, en especial, ejercer un pensamiento crítico. Como decía el doctor Luis Garibay, uno de los rectores antecesores de la UAG, el verdadero reto para las juventudes de hoy es ‘volver a pensar'”, indica Antonio Leaño Reyes.
Es por ello que los estudiantes deben aprender a cuestionar, analizar y reflexionar acerca de los problemas y sus soluciones, lo cual va a permitirles adaptarse con éxito en un mundo que cambia de forma acelerada. Asimismo, los jóvenes deben desarrollar la hablidad de seguir aprendiendo después de graduarse, con el fin de mantenerse a la vanguardia.
“La formación integral de la persona también es clave. El ser humano es cuerpo y alma, y como tal, debemos fomentar el desarrollo de habilidades deportivas y culturales. La educación universitaria del futuro debe ser una combinación de dominio tecnológico, desarrollo de habilidades humanas y una sólida formación ética”, subraya el rector de la UAG.
Una nueva carrera en inteligencia artificial
Estar a la vanguardia es decisivo para afrontar desafíos tanto en el presente como en el futuro. Las nuevas tecnologías deben integrarse a la educación no solo con el objetivo de potenciar los procesos de enseñanza-aprendizaje, sino también de preparar a los futuros profesionales para ser competitivos en el campo laboral del mañana.
“La innovación es un tema cultural y formativo, por lo que abarca prácticamente todos los ámbitos de acción: la formación educativa, el desarrollo profesional y su impacto ante la sociedad; por eso la importancia de sumarla desde los niveles educativos más tempranos. En la UAG hemos incorporado materias para el desarrollo de la innovación en todas las carreras y opciones educativas, desde primaria hasta doctorado”, menciona Antonio Leaño Reyes.
Prueba de ello es la más reciente incorporación a su oferta educativa: la Licenciatura en Inteligencia Artificial, que comenzará a recibir alumnos en agosto próximo.
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