Este lunes 2 de octubre se cumplen 55 años de la masacre del 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, donde miles de estudiantes se reunieron para realizar un mitin convocado por el Comité Nacional de Huelga.
En el movimiento estudiantil de 1968, también de carácter social, participaron estudiantes universitarios, de preparatorias y vocacionales, profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales de la Ciudad de México y del interior del país, dónde exigían sobre todo libertad.
¿Qué pasó el 2 de octubre?
Aquel 2 de octubre de 1968, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Cultura, también estuvo presente el ejército con el pretexto de vigilar la seguridad ante el temor de una disputa. Los miembros del Batallón Olimpia, para no ser detectados, vistieron de civiles y portaron un pañuelo blanco en la mano izquierda para identificarse. Su objetivo era infiltrarse en la manifestación y llegar al edificio Chihuahua, lugar donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Minutos antes de las 6 de la tarde de ese día, el mitin estaba casi por finalizar cuando un helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza. Desde él se dispararon bengalas, señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia comenzaran a abrir fuego sobre los estudiantes, madres, hijos, profesores, obreros entre otros. En medio del caos, la población civil reunida corrió por la Plaza de las Tres Culturas y las inmediaciones del edificio Chihuahua para protegerse. Algunos manifestantes lograron escapar del tiroteo y se refugiaron en los departamentos de los edificios cercanos, pero esto no los salvó del ejército. Sin ninguna orden judicial, los soldados irrumpieron en cada uno de los departamentos para capturar a los jóvenes que se habían ocultado en ellos”, relata la CNDH.
La masacre del 2 de octubre fue cometida por el Ejército y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica. Inicialmente, la presencia de este batallón en el lugar de los hechos fue negada por el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), quien encubrió a ese grupo con el argumento de que su función era custodiar las instalaciones para los Juegos Olímpicos.
Las principales demandas del movimiento estudiantil
Las demandas de los estudiantes eran seis puntos, que surgieron por una serie de eventos que iniciaron con una gresca entre alumnos de la vocacional 5 y la preparatoria particular Isaac Ochoterena.
- Libertad de todos los presos políticos.
- Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.
- Desaparición del cuerpo de granaderos.
- Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.
- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.
55 años después… esto es lo que piensan los estudiantes
Durante un sondeo realizado por Generación Universitaria de EL UNIVERSAL, estudiantes de diferentes universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) consideraron que pese a la libertad de expresión de los estudiantes ha mejorado, aúin falta mucho camino por recorrer.
Gael González, estudiante de la UACM, plantel del Valle de la licenciatura Ciencias políticas y administración urbana, considero que con el tiempo los estudiantes se han podido expresar mejor pues existen muchas formas de hacerlo, ya sea marchando o en redes sociales, pero aún falta trabajar en el tema. “Creo que los estudiantes vamos teniendo un poquito más de autoridad y libertad”.
El joven dijo que asistió a la marcha “para conmemorar y seguir con la lucha de los estudiantes asesinados el 2 de octubre de 1968. Estamos aquí para continuar con la lucha, porque sigue en pie, porque no perdonamos ni olvidamos estos terribles actos”.
Durante su paso a un constado de Bellas Artes, marchaban el contingente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en el que se encontraba un joven estudiante (que por cuestiones de seguridad prefirió no dar su nombre) quien asistió a la marcha pues consideró que hasta el día de hoy sigue existiendo, cierto nivel, de represión hacia los estudiantes.
“Hay una mayor libertad de expresión, pero los tiempos han cambiado y los contextos y, de alguna manera hemos avanzado, pero faltan caminos por recorrer”.
Mientras que, para dos estudiantes de la Unidad de Zacatenco del IPN, quienes marchaban la tarde de este lunes 2 de octubre, “las cosas han cambiado, pero aún falta mucho porque vemos que siguen tratando de callarnos cuando levantamos la voz”.
Ambos jóvenes asistieron a la marcha para “recordar y honrar a los estudiantes que se atrevieron a alzar la voz y luchar por los derechos de todos nosotros y fueron asesinados aquella tarde en la plaza de Tlatelolco”.