Jóvenes estudiantes con mala visión
El riesgo de sufrir deficiencia visual aumenta un 50% entre las poblaciones con mayor urbanización y nivel académico
Cada cinco segundos, una persona se queda ciega en el mundo. Cada minuto, un niño deja de ver. Se calcula que cada año se quedan ciegas más de siete millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, de acuerdo a un informe sobre la miopía y su impacto, realizado por expertos del Instituto de la Visión Brien Holden, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta problemática visual podría afectar a casi la mitad de la población mundial en el año 2050.
La miopía es un trastorno visual que afecta a la visión de lejos. Suele ser un trastorno que se asocia con un componente hereditario y, en el caso de la miopía infantil, se desarrolla en la edad escolar y sigue aumentando hasta los 18 años, ya que el globo ocular sigue creciendo.
El citado informe incluye datos que muestran que el que la miopía aumente rápidamente entre los jóvenes de todo el mundo significa que, en tres décadas, casi cinco mil millones de personas sufrirán deterioro de la visión. Además, alrededor de mil millones padecerán miopía magna, circunstancia que incrementa el riesgo de desprendimiento de retina.
El organismo internacional calcula que seis de cada 10 jóvenes son miopes. De ellos, según informó el organismo, la mayor proporción corresponde a mujeres.
Concretamente en nuestro país, la Asociación Mexicana de Facultades, Escuelas, Colegios y Consejos de Optometría registra una tendencia de hasta 50% de aumento de sufrir este padecimiento en poblaciones con mayor urbanización y nivel académico.
También se detectó que los nativos digitales tienen una graduación más alta desde pequeños. De esta manera, al cursar la universidad, su nivel promedio de miopía habrá superado a la detectada en la generación anterior.
Según datos del INEGI, en México hay registro de dos millones 237 mil personas con una deficiencia visual.
Entre los principales problemas oculares que afectan a los mexicanos, según el INEGI, están los errores de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia), la catarata senil, la degeneración macular, el glaucoma, la retinopatía diabética y la opacidad en la córnea.
EL RIESGO DE LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS
En México, los especialistas calculan que un promedio del 60% de la población nacional necesita una corrección visual. De ellos, el 30% lo desconoce mientras que el 40% lo sabe, pero no lo corrige.
“Uno de los problemas visuales que está alarmando a nivel mundial es la miopía y mucho se le ha relacionado con los dispositivos. Ya traíamos una tendencia en el uso de dispositivos digitales. Sin embargo, durante la pandemia se incrementaron los malos hábitos, no existe una higiene visual, ni una cultura de salud visual”, dijo Luis Villar, optometrista y profesor en el Instituto Johnson & Johnson Vision.
Agregó que los problemas visuales se han incrementado porque estamos más tiempo con los dispositivos electrónicos a distancias cercanas.
“Hay un total desconocimiento en la población sobre cuáles deberían de ser las distancias correctas, el tamaño de fuente correcto, la iluminación con respecto del equipo digital y al lugar donde me encuentro. Hay una serie de malos hábitos que están generando que crezcan estos problemas visuales”, destacó Villar.
NECESARIO ATENDER LOS PROBLEMAS VISUALES
El especialista señaló que el ojo humano deja de crecer a los 22 años; por lo que se requiere aprender a observar al adolescente para identificar si este tiene algún problema visual. Detectarlo a tiempo puede beneficiar a su desempeño escolar.
“El 80% de la información que nos llega es a través de los ojos. ¿Qué pasa cuando no tengo corregido un problema visual? El ritmo y velocidad de lectura disminuye hasta un 24%. En general, el desempeño visual no será el correcto”.
Se considera que, con una graduación de alrededor de cinco dioptrías, una persona tiene una debilidad visual. Si esto no se corrige, en el caso de los alumnos, estos no tendrán la mejor calidad visual e, incluso, se puede generar un problema serio a largo plazo.
En casos extremos, lo que inicia con un problema visual leve o moderado, puede devenir en problemas visuales muy elevados que pueden terminar en ceguera.
Con todo, se prevé que los problemas visuales crecerán debido a que, a lo largo del confinamiento, los jóvenes han estado sometidos a un uso excesivo de ordenadores y móviles. Ya sea por causas educativas, laborales o de ocio.
RECOMENDACIONES PARA CUIDAR NUESTRA VISTA
“Es necesario evitar trabajar con dispositivos a distancias muy cortas. Reducir el tiempo que se pasa frente a las pantallas ayuda a preservar la salud visual”, recomienda el optometrista Luis Villar.
Una buena práctica que deben realizar las personas que pasan más tiempo del recomendado frente a una pantalla, según Villar, es aplicar la regla del 20-20-20: apartar la mirada del ordenador cada 20 minutos y dirigirla a unos 20 metros durante al menos 20 segundos.
“Si estoy mucho tiempo leyendo, trabajando en un dispositivo a una distancia cercana, voy a tener una carga grande de trabajo en el sistema óptico para enfocar. Los ojos se cansan, es decir, es demasiada carga para este músculo”. Dice Villar.
A fin de mantener una buena salud visual, Villar recomienda consultar a un especialista, en el caso de los adultos, por lo menos cada año; los niños menores de ocho años, cada seis meses.
AFECTA EL DESEMPEÑO ESCOLAR
Tres de cada cuatro fracasos académicos posiblemente están relacionados con una visión deficiente. Esto de acuerdo con un estudio dado a conocer por la Revista Mexicana de Optometría. En ese escenario, la exposición a pantallas puede traer otras complicaciones, tales como el Síndrome Visual Informático (SVI), que también obedece a defectos oculares mal corregidos. La fatiga visual, visión doble o borrosa (de lejos y cerca), irritación ocular, ojos secos, rojos y sensación de ardor son algunas de las señales del SVI.
“Es esencial adoptar una cultura visual en la que se integren revisiones oftalmológicas periódicas, para detectar de manera oportuna tanto errores de refracción como anomalías que pudieran indicar alguna enfermedad visual. Si los problemas se detectan en etapas tempranas, es posible tratarlos con éxito”. Señaló la doctora Valeria Sánchez Huerta, especialista en oftalmología y directora General de APEC, Hospital de la Ceguera. La especialista comentó que un adolescente que tiene dificultad para ver nítidamente desarrollará problemas de aprendizaje.
Algunas afectaciones visuales frecuentes en nuestro país
Es común que los estudiantes tengan algún padecimiento visual leve o moderado. Para asegurar su óptimo aprovechamiento escolar, deben acudir con los especialistas si identifican los siguientes síntomas:
- La hipermetropía es otro problema de la vista. Las personas con hipermetropía tienen problemas para enfocar correctamente los objetos cercanos porque tienen los ojos ligeramente más cortos de lo normal. Las personas que tienen una hipermetropía importante necesitan anteojos correctores.
- La miopía es uno de los problemas oculares más frecuentes en los adolescentes. Cuando un adolescente tiene miopía, no puede enfocar correctamente los objetos lejanos. Las personas miopes tienen los ojos ligeramente más alargados de lo normal. Los anteojos o lentes de contacto graduados pueden corregir este problema.
- Astigmatismo es un problema donde la córnea no tiene una forma completamente redondeada. Para ver bien, tanto de cerca como de lejos, las personas con astigmatismo necesitan anteojos o lentes de contacto bien graduados.
- La cirugía refractaria es un procedimiento correctivo, que se suele realizar con láser. Consiste en modificar la forma del ojo para influir sobre el modo en que la luz entra en él y forma las imágenes. Y permite que la persona vea mejor.
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